La norteamericana Doris Atkinson, albacea testamentaria del legado que dejó Gabriela Mistral, no se cansó de repetir su agradecimiento por el tratamiento que un equipo de especialistas dio, a fines de 2007, a los 18 mil documentos que ella, junto a su compañera Susan Smith, donaron a la Biblioteca Nacional, el principal centro bibliográfico del país.



Atkinson vino de vacaciones a Chile, pero no pudo resistirse a la idea de viajar a Vicuña, lugar de nacimiento de la Premio Nobel, para visitar el museo que lleva su nombre y, de paso por Santiago, antes de viajar a Valparaíso y Puerto Montt, encontrarse con el material de la escritora, perfectamente clasificado, que está en el Archivo Nacional, hasta donde concurrió atendiendo a una invitación de Pedro Pablo Zegers, jefe del Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional, y uno de los principales expertos mistralianos.



"Estoy muy contenta. Todo se ha realizado con mucho amor. Doy las gracias a quienes han hecho posible esta maravilla. Desde 2008 vi cómo se estaba trabajando. Con profesionalismo y cariño. Este material es de Chile y de su pueblo, y la idea de traerlo a este país funcionó como un guante a la mano: perfecto", expreso Atkinson.



"Ahora, Gabriela Mistral está en su casa, con la gente que la quiere, y eso es muy importante", agregó Smith.



Doris Atkinson hizo hincapié en que, por momentos, el material compuesto por 18 mil documentos (84 mil fojas) , 2 mil 141 fotografías y 50 piezas de materiales sonoros y fílmicos, estuvieron a punto de quedarse en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, pero que gracias a las gestiones del ex embajador de Chile, Mariano Fernández, se contrató al abogado Charles Bruce, máximo experto en impuestos y donaciones en el país del norte, quien hizo posible el fluido retorno a Chile del legado mistraliano, confirmando así el deseo expresado por la poeta en varios de sus testamentos.



"Ahora, dijo Atkinson, yo misma estoy estudiando los materiales en el sitio de internet que construyó la Biblioteca Nacional con la digitalización de toda su obra" http://salamistral.salasvirtuales.cl/


"Lo más importante es que el legado está a disposición de todos los usuarios, no sólo para académicos e investigadores. Si los materiales hubieran quedado en la Biblioteca del Congreso, nada de esto hubiera ocurrido y tampoco contaríamos con los libros que se han publicado en Chile a partir del material transferido", recalcó.



"Es algo espiritual el sentimiento de que los materiales debían regresar a Chile", añadió Smith, quien es profesora universitaria de biología.



Cabe recordar que el 7 de diciembre de 2007, 168 cajas de objetos, papeles, discos y fotografías de Gabriela Mistral, llegaron a la Biblioteca Nacional, y que el 26 de ese mismo mes, los objetos personales de Gabriela fueron entregados, en una ceremonia especial, al museo que lleva su nombre en Vicuña.



Estos materiales microfilmados, de incalculable valor, fueron también entregados a los rectores de las universidades de Chile; Católica y Centro de Estudios Mistralianos de la Universidad de La Serena. Además, por vía diplomática, fueron enviadas copias idénticas a la Organización de Estados Americanos (OEA); a la División Hispánica de la Biblioteca del Congreso de EE.UU. y al Barnard College de la Universidad de Columbia, donde la Mistral impartió clases.



Al referirse a los cuidados con que se atesoran estos materiales, Ema De Ramón, coordinadora del Archivo Nacional Histórico, expresó que los mismos estaba en cajas y sobres libres de ácido, en bóvedas con una temperatura de 20 grados y entre 40 y 50 por ciento de humedad ambiente. Toda esta área del Archivo Nacional, cuenta además con uno de los sistemas de seguridad más avanzados de Latinoamérica.



"No es suficiente decir que esto ha sido una buena experiencia. Nunca nos imaginamos que el trabajo estuviese tan bien hecho, tanto en Santiago como en Vicuña", concluyó Doris Atkinson quien, desde que se inició el proceso de clasificación y entrega de los materiales, ha viajado en cuatro oportunidades a Chile. Esta última visita no tuvo el carácter oficial.