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Donaciones


También ha sido muy importante, a lo largo de la historia del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, el aporte de instituciones y personas que han donado valiosas colecciones buscando asegurar su conservación y acceso público. Ejemplos notables de ello son las colecciones que dieron origen a la Biblioteca Nacional como las donadas por Claudio Gay y Monseñor Eyzaguirre; la de los jesuitas; la Biblioteca Americana de José Toribio Medina, y la del historiador Diego Barros Arana.

El valioso archivo fotográfico del Museo Histórico Nacional se formó a partir de los álbumes de fotos de la Guerra del Pacífico y de la donación del destacado antropólogo Aureliano Oyarzún. En su etapa de formación y luego de una campaña de difusión por los medios de comunicación se logró reunir cerca de 80 mil fotografías, cuyo valor histórico convierte esta colección en algo único. Así también el museo recibió importantes donaciones de objetos, destacándose las de José Toribio Medina, Jorge Greve, Max Ulhe y Martín Gusinde.

El Museo Nacional de Bellas Artes, en sus inicios como Museo Nacional de Pinturas, recibió importantes donaciones, como la del General Marcos II Maturana, y más tarde, los legados de Eusebio Lillo, Pedro Felipe Iñiguez y Germán Vergara Donoso. También, ha recibido las colecciones de pintura y escultura de Mauricio Hochschild; la Colección de Grabados, Álbum Derechos Humanos, entregada por el Ministerio de Cultura de España, en 1984, y la Colección de Grabadores chilenos de Mrs. H. Gregg Lewis, en 1999.

Los diversos proyectos, programas, actividades y eventos, -que aparecen en nuestro portal- muestran al visitante las numerosas fuentes de contribución y apoyo con que hemos contado para llevar adelante estas iniciativas. Destacan aquellas que han permitido mejorar la conservación y acceso a las colecciones, así como diversificar los servicios ofrecidos por nuestras instituciones.

Las empresas pueden realizar una donación directa al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, obteniendo presencia a través de sus medios de difusión, de los eventos asociados y de la prensa en general.

Otra línea de aporte es la Ley de Donaciones con fines culturales, que autoriza a las empresas y personas a descontar del pago de una parte de su Impuesto a la Renta (Primera Categoría o Global Complementario) el cincuenta por ciento, como crédito a los impuestos a pagar, del monto de las donaciones que se hayan realizado para fines culturales. El cincuenta por ciento restante que no es considerado crédito es aceptado como gasto necesario. Para acogerse a esta normativa legal, la institución beneficiaria, en este caso la Biblioteca Nacional y otras bibliotecas públicas, museos y archivos, debe presentar el proyecto al Comité de Donaciones Culturales, dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que autoriza la donación.