El certamen fue encabezado por el director de la Dibam (Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos), Ángel Cabeza, y el Subdirector del SNBP (Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas), Gonzalo Oyarzún, además de la participación de destacados expositores nacionales e internacionales y de funcionarios de Bibliotecas Públicas, BiblioRedes, Coordinaciones Regionales del SNBP de todo el país.



Citando a Gabriela Mistral, el director de la Dibam valoró el inmenso valor que tienen las bibliotecas en sus comunidades: "Las bibliotecas aún son los 'centros creadores de calor humano' de los distintos lugares donde se encuentran. Centros donde la comunidad puede reunirse, compartir, entretenerse, ser parte de talleres, ver películas, aprender algún oficio, conectarse a Internet y, por supuesto, leer".



"Reafirmamos nuestro compromiso de acercar la lectura a las personas, de hacer de las bibliotecas mucho más que libros, de transformarlas en instancias de encuentro, de lecturas compartidas, de convivencia y de entretención. Como hace más de medio siglo decía Gabriela Mistral, en viveros de plantas frutales", sostuvo Ángel Cabeza.

ANA GARRALÓN

La conferencia inaugural del IV Seminario Internacional de Bibliotecas Públicas estuvo a cargo de Ana Garralón, académica española que se ha desempeñado como crítica y especialista en literatura infantil y juvenil.

La expositora dedicó su presentación al importante papel que desempeñan los libros informativos para niños y jóvenes, especialmente en cuanto a ayudarles a comprender y transformar el mundo que los rodea.



"No sabemos hacia dónde va a orientarse profesionalmente un niño, pero lo que sí sabemos es que, cuanta más variedad de libros pasen por sus manos, mayores oportunidades de decidir tendrá. Y nunca se sabe qué libro va a impactarle", destacó Garralón.



En ese sentido, la expositora española destacó que la curiosidad natural de los niños es una puerta que puede conducir de manera directa a un futuro adulto lector: "Los que estamos aquí creo que coincidimos en algo: cuanto más sabemos del mundo, más interesante nos resulta. Si conseguimos animar a los niños en su curiosidad y ayudarles a que encuentren respuestas por sí mismos, entonces los libros les abrirán nuevos horizontes. Es nuestro compromiso con ellos. Que sepan usar la información, que tengan acceso a ella, que elaboren su propio conocimiento. Todo esto les liberará de los prejuicios y las etiquetas".