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Tras los pasos de José Gil de Castro

Proyecto peruano-chileno-argentino

Tras los pasos de José Gil de Castro

Publicado el 19/04/2013
Una publicación que recoge las investigaciones en torno a la obra del pintor limeño revelan un trabajo excepcional en América Latina, ya que el nivel de profundidad y amplitud alcanzado en los estudios técnicos y materiales no se ha realizado anteriormente con ningún otro artista.

Esta semana se presentó en el Museo Histórico Nacional (MHN) el libro "Más allá de la imagen. Los estudios técnicos en el proyecto Gil de Castro", texto que reúne los primeros resultados de una amplia labor colectiva emprendida por el Museo de Arte de Lima (Mali), el Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural (IIPC), de Argentina, y el Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), perteneciente a la Dibam, con el apoyo de la Fundación Getty.



Durante la ceremonia, Diego Matte, director del MHN, expresó: "Este es un proyecto muy significativo debido a la colección de pinturas de José Gil de Castro que posee el museo. Creemos que sus proyecciones son muy importantes no sólo para Perú, Argentina y Chile, sino que también para toda Latinoamérica y, por supuesto, a nivel mundial". En este marco, destacó el trabajo de restauración realizado por CNCR.

Natalia Majluf, directora del Mali, relató que en una primera etapa la investigación reunió a especialistas de Perú y Argentina, equipo que fue creciendo con la incorporación de profesionales chilenos. Enfatizó que sin el financiamiento de la Fundación Getty hubiese sido imposible la iniciativa, ya que generalmente las investigaciones se restringen a las fronteras nacionales.

En Chile, con la colaboración de Juan Manuel Martínez, ex curador del MHN, el equipo pudo comenzar sus indagaciones y acceder también a la ayuda del CNCR.

"Gracias al proyecto tenemos hasta el momento un catálogo -en proceso todavía- de aproximadamente 170 obras, un número mayor al que contemplamos en un inicio. La mayor parte de los cuadros están Chile, en colecciones públicas y privadas. Y las piezas que existen en Buenos Aires, fueron pintadas en Chile cuando José de San Martín estuvo en Santiago", expuso Majluf.

La directora del museo Mali destacó que un trabajo como éste es excepcional en América Latina, ya que el nivel de profundidad y amplitud alcanzado en los estudios técnicos y materiales no se ha realizado anteriormente con ningún otro artista. El libro, precisamente, recoge estos primeros aportes, y contribuye también -según Majluf- con un modelo de trabajo en que unen sus experticias historiadores y conservadores.





El pintor y sus contemporáneos



José Gil de Castro y Morales nació en Lima el 1 de septiembre de 1785, y falleció presuntamente en la misma ciudad, en 1841.

Habría llegado a Chile hacia 1810 para cumplir con deberes militares, pero encontró aquí un ambiente propicio para dedicarse tanto a la pintura religiosa como a los retratos militares y de las clases adineradas, así, instaló su taller en la actual calle Victoria Subercaseaux, a los pies del cerro Santa Lucía.

Sobre su formación artística poco se conoce, por eso las investigaciones aportadas por los profesionales del CNCR, Carolina Ossa y Federico Eisner, se propusieron responder a la pregunta de cuál era la relación de Gil de Castro con otros pintores de su época.

Para alcanzar una respuesta realizaron análisis estratigráficos, es decir, compararon materialmente las obras de Gil de Castro con los otros artistas, a partir de la observación de las distintas capas de sus cuadros.

El estudio reveló que Gil de Castro puede agruparse con los pintores limeños de su época (Pedro Díaz, Manuel Carillo y Julián Jayo, entre otros), pues también utilizaban varias capas de preparación para sus lienzos, a diferencia de los artistas de Europa.



"Las estratigrafía de las obras de Gil de Castro son muy complejas", explicó Federico Eisner. "Son de una densidad impresionante, hicimos muchas radiografías con Carolina Ossa, y costaba mucho traspasar la pintura, lo cual es bastante raro", agregó.

Los especialistas construyeron una cronología de la estratigrafía de Gil de Castro, en la que observaron que a finales de 1830 empezó a trabajar sobre preparaciones de base blanca, revelando un cambio evidente en su técnica, quizás por influencia de pintores extranjeros.

De este modo, la publicación recoge distintas perspectivas de investigadores para acercarse desde la materialidad a la obra de Gil de Castro.

El objetivo final del proyecto es elaborar un gran catálogo razonado del pintor, además de la realización de una exposición en Chile y Perú, que documente su obra.

El libro está desde ya a disposición del público en la librería Metales Pesados.

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