Sector patrimonial y cultural reflexiona sobre lenguaje, comunicación y prácticas de programación como herramientas para erradicar la violencia de género
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (25N), el Comité de Género del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap) —instancia en la que participan la Unidad de Género del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat); la Sección de Participación, Género e Inclusión de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes y la Unidad de Género de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural— realizó el encuentro “Crear y comunicar para una cultura libre de violencia de género”.
La jornada se desarrolló el miércoles 17 de diciembre en el Archivo Nacional de Chile y convocó a equipos de programación, comunicación y mediación de diversas instituciones y organizaciones culturales, con el propósito de reflexionar, dialogar y construir colectivamente, estrategias para fortalecer la igualdad de género y contribuir a la prevención de la violencia de género en el ámbito artístico, cultural y patrimonial.
El encuentro puso especial énfasis en el lenguaje, la comunicación y los procesos creativos y curatoriales, reconociéndolos como ámbitos centrales de la violencia simbólica y, al mismo tiempo, como espacios estratégicos para su prevención y transformación desde el campo cultural.
Durante la apertura institucional, Tatiana Hernández Comandini, Jefa de la División de Políticas de Igualdad del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, subrayó el carácter estructural del compromiso del Estado con esta agenda, señalando que, más allá de los cambios políticos, no pueden existir retrocesos en materia de derechos. En este marco, se valoraron las iniciativas impulsadas por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio en materia de igualdad, destacando que la erradicación de la violencia de género no es una tarea sectorial, sino un desafío transversal en el que la cultura cumple un rol estratégico.
En esta línea, se relevó que el campo cultural no es un espacio neutral. Tal como señaló Cristián Cerón Prieto, Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de la Región Metropolitana, “la cultura no es inocente”: produce sentidos, valida representaciones y establece marcos simbólicos que inciden directamente en las relaciones sociales. Si bien las leyes establecen pisos mínimos de identidad y justicia, se advirtió que “la ley no puede cambiar la sociedad por sí sola; esa es una tarea de la cultura y las artes”, destacando la responsabilidad del sector en la disputa de imaginarios y en la transformación cultural de largo plazo.
Previo al inicio de los espacios de diálogo, la jornada contó con una introducción conceptual a cargo de Lorena Astudillo Pérez, profesional de la División de Políticas de Igualdad del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, quien entregó el marco desde el cual se estructuró el encuentro. En su intervención, abordó los lineamientos del Plan Nacional por el Derecho a Vidas Libres de Violencia de Género, destacando el rol del Estado en la erradicación de la violencia simbólica y el carácter estructural de este desafío.
En este contexto, Astudillo relevó el largo proceso de construcción de políticas públicas en esta materia, recordando que iniciativas como la Ley 21.675 requirieron años de tramitación y voluntad política sostenida. En ese sentido, señaló que “una ley no cambia automáticamente las conductas, pero sí nos enmarca y constituye una declaración del Estado chileno; es un compromiso que orienta la acción pública”, subrayando la importancia del marco normativo como piso mínimo para avanzar en igualdad y justicia. Asimismo, enfatizó que el género no es un hecho natural, sino una construcción social —“no se nace, se hace”—, destacando el papel central del lenguaje en ese proceso: “el lenguaje importa; nos comunica, construye realidad, y es tremendamente importante lo que decimos y cómo lo decimos”.
Estos ejes fueron profundizados en el conversatorio “Cultura y comunicación: claves para desarticular la violencia simbólica de género”, que reunió a especialistas de distintos ámbitos para reflexionar sobre el poder del lenguaje, los discursos y las prácticas comunicacionales. Desde la lingüística feminista, Camila Flores Salvo abordó el carácter histórico y moldeable del lenguaje, problematizando la consolidación del masculino genérico como norma y sus efectos en la representación simbólica de mujeres y diversidades. Desde la comunicación pública, Carolina Muñoz Castillo enfatizó que comunicar no es un acto neutro, sino una forma de crear realidad, relevando la responsabilidad de los medios de comunicación y las instituciones públicas y culturales en la revisión de estereotipos, omisiones y sesgos que reproducen violencia simbólica. Por su parte, Nicole Murillo Núñez, desde la experiencia educativa y de diversidad, destacó la importancia de ir más allá del lenguaje no sexista, incorporando análisis de sesgos comunicacionales y estrategias colectivas que permitan una implementación situada y sostenible del enfoque de género, dando un seguimiento constante a estas iniciativas para poder avanzar en la implementación efectiva de las estrategias para la igualdad.
El taller práctico, impartido por Carolina Muñoz Castillo, sobre estrategias de comunicación institucional con enfoque de género permitió traducir estas discusiones en herramientas concretas, favoreciendo el intercambio de experiencias y la identificación de desafíos comunes en los distintos espacios culturales y patrimoniales.
Desde las y los participantes, a raíz del taller, surgió una reflexión compartida respecto de las resistencias que aún persisten en los espacios institucionales, señalando que el lenguaje inclusivo muchas veces se asocia erróneamente a informalidad, lo que refuerza la necesidad de avanzar hacia una comprensión más profunda del lenguaje como herramienta política, institucional y pedagógica.
El cierre de la jornada estuvo marcado por la presentación de experiencias y buenas prácticas en procesos creativos y curatoriales con perspectiva de género y diversidad sexo genérica, donde se generó un especial reconocimiento al trabajo de la artista Zaida González Ríos. El público destacó su obra por su potencia representativa, señalando que “logra representar la diversidad de las personas de las personas” y reconociéndola como una artista valiente en su disputa de la visualidad hegemónica y un referente en la visibilización de nuevas miradas y narrativas. En su intervención, Zaida González agradeció la adquisición de su obra por parte del Museo Nacional de Bellas Artes, subrayando que “también es importante dar relevancia a artistas de mediana trayectoria, y no solo a quienes ya están consagradas”. En diálogo con ella, su compañera de panel Gloria Cortés Aliaga, destacó que su incorporación al MNBA no solo reconoce una trayectoria, sino que la inscribe en la historia cultural del país, formando parte de la memoria y del patrimonio artístico nacional.
Con este encuentro, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio reafirma su compromiso con una cultura activa en la erradicación de la violencia de género, reconociendo que crear, comunicar y curar desde una perspectiva de género no es accesorio, sino una responsabilidad pública y una herramienta clave para la transformación social.