El reconocimiento, otorgado por el  Servicio Nacional del Patrimonio Cultural Biobío junto a la Ilustre Municipalidad de Arauco, reunió a autoridades, representantes institucionales y vecinas en una ceremonia que celebró el legado de este grupo de mujeres que, por generaciones, ha mantenido viva la tradición de la tortilla de rescoldo, un símbolo de identidad, memoria y trabajo comunitario.

Un oficio que une generaciones

Las Palomitas Blancas son portadoras de un conocimiento que se transmite de madres a hijas y de abuelas a nietas. Con sus manos, han preservado una práctica culinaria que une el mar y la tierra, el rescoldo del fuego y el sabor del esfuerzo diario.

En 2016 fueron reconocidas como Tesoros Humanos Vivos y, en 2018, ingresaron al Registro de Patrimonio Cultural Inmaterial de Chile con la manifestación “Fabricación y venta de tortillas de rescoldo de Laraquete”. Y hoy La certificación entregada reafirma el compromiso del Estado con la salvaguardia de sus saberes y la valoración de su historia.

Durante la ceremonia, el Director Regional del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del Biobío , Alejandro Astete, destacó el valor de este reconocimiento: “Esta certificación reconoce la perseverancia y el compromiso de las Palomitas Blancas, quienes han mantenido viva una tradición que es parte del patrimonio y la identidad del Biobío.”

Voces que mantienen encendido el rescoldo

La jornada estuvo marcada por la emoción y los recuerdos compartidos entre las cultoras, una de ellas Gladys Hernández, integrante histórica de la agrupación, quien expresó el orgullo de representar a sus compañeras y además recordó la trayectoria organizativa del grupo: “Somos mujeres grandes, valerosas y con una fortaleza tremenda. Este reconocimiento nos llena de orgullo porque refleja años de esfuerzo, unión y trabajo. Agradecemos a quienes ya partieron, a nuestras familias y a todos los que nos apoyan día a día. Seguiremos adelante con fe, con alegría y con la esperanza de mantener viva esta tradición que es parte de nuestra historia."

Otra de las integrantes agregó: “Este reconocimiento fue muy hermoso para nosotras las Palomitas, porque hacía mucho tiempo que no nos reuníamos todas juntas como agrupación. Hoy fue algo muy especial, porque pudimos compartir, recordar a quienes ya partieron y también ver a sus hijas aquí con nosotras”.

Palomitas Blancas: patrimonio que se mantiene vivo

El reconocimiento a las Palomitas Blancas forma parte del trabajo que el SERPAT impulsa en la región a través de los talleres de valorización del patrimonio cultural inmaterial, que promueven el diálogo, la formación y el fortalecimiento de las comunidades portadoras de saberes.

Las Palomitas son una inspiración para este proceso, ya que su historia demuestra que el patrimonio no se conserva encerrado, sino que se mantiene vivo cuando se comparte, se enseña y se celebra en comunidad.

Gracias a ellas, Laraquete sigue siendo un territorio de memoria, trabajo y esperanza, donde el fuego del rescoldo mantiene encendida la identidad del Biobío.