El Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA) realizó ayer, martes 21 de octubre, un homenaje al artista, grabador y poeta visual Guillermo Deisler González (1940–1995), con motivo de los treinta años de su fallecimiento y del reciente hito de la repatriación de sus cenizas desde Alemania. La actividad, desarrollada en el Hall Central del museo, reunió a familiares, artistas y representantes del ámbito editorial y de las artes visuales, en un emotivo encuentro que destacó la vigencia y la profundidad del legado del creador chileno.

El acto conmemorativo incluyó la apertura de la muestra Guillermo Deisler. Entonces era necesario guardar los libros viejos, ahora es imprescindible, organizada por el Centro de Documentación Angélica Pérez Germain (CEDOC) del MNBA. La exposición reúne 15 obras, material de archivo y documentos inéditos, junto con la serie postal UNI/vers(;) (1987–1995), recientemente donada por su familia al Museo y exhibida por primera vez de forma íntegra con sus 35 ediciones, tras haber sido presentada parcialmente en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York en 2021 y 2022.

Durante la ceremonia, la directora del Museo Nacional de Bellas Artes, Varinia Brodsky Zimmermann, subrayó la importancia del homenaje y el impacto de la obra de Deisler en el arte contemporáneo: “A 30 años de su fallecimiento realizamos un homenaje sensible a Guillermo Deisler. Un artista referente para el arte, la poesía visual y la gráfica. Su obra se hace esencial para entender el arte y la palabra como una forma de generar conexiones y articulaciones que permitan un diálogo colectivo. El exilio, así como para otros artistas, ha sido determinante en la creación de su obra. Tal vez es esa necesidad de complementar un vacío provocado por el destierro el que invita a la búsqueda de sentido entre creadores habitando el mundo de palabras, trazos, huellas y juegos poéticos que nos remiten a un mundo colectivo”.

La actividad contó con la participación de Sebastián Barrantes y Sebastián Arancibia, editores de Naranja Publicaciones; de Laura Coll, viuda y legataria de la obra del artista; y de Mariana Deisler Coll, hija del creador, quien entregó un emotivo testimonio sobre el significado personal y simbólico de esta ceremonia: “Hace solo unos días mi mamá ha traído de vuelta a Chile las cenizas de mi papá, fallecido en Alemania el 21 de octubre de 1995. Se cumplen hoy ya tres décadas desde entonces y se cierra también simbólicamente una diáspora de medio siglo. Celebramos entonces una gran fiesta, una nueva acción de amor y de reconocimiento a la vida y obra de mi papá y quiero decir aquí que es un reconocimiento a su figura como ser humano, complejo y multifacético, al hombre y al artista. Muchas gracias a todas las personas que han hecho posible este espacio de memoria y de conexión con la obra de Deisler en esta exposición”.

Una obra clave para el arte postal y la poesía visual

La exposición, que permanecerá abierta al público hasta el 9 de diciembre, invita a recorrer la trayectoria de Guillermo Deisler a través de poesías visuales, libros de artista, objetos intervenidos y correspondencia postal, elementos que revelan su espíritu experimental, colaborativo y su inquebrantable compromiso con la libertad creativa.

Formado en la Escuela de Artes Aplicadas de la Universidad de Chile, Deisler fundó en 1963 Ediciones Mimbre, junto al diseñador Gregorio Berchenko, publicando libros ilustrados con grabados originales de más de cincuenta autores. Integró el Grupo Tebaida y fue docente en la Universidad de Chile, sede Antofagasta. Tras el golpe de Estado de 1973, fue detenido y posteriormente exiliado, residiendo en Bulgaria y en la República Democrática Alemana, donde continuó creando y difundiendo la poesía visual y el arte correo.

Durante su exilio, editó la revista colaborativa UNI/vers(;) (1987–1995), que reunió a artistas de distintas partes del mundo en torno a una red de intercambio de obras, ideas y correspondencias artísticas. Su producción forma parte de importantes colecciones internacionales, como las del Centre Pompidou (Francia), el MoMA (Estados Unidos) y el propio MNBA.

Un legado vigente en la colección del Museo

El homenaje a Guillermo Deisler se integró a la exposición permanente del Museo 145 años. Historias de una colección, la muestra más extensa y significativa organizada por el MNBA en las últimas décadas, que exhibe más de 300 obras de 160 artistas nacionales e internacionales, desde el siglo XV hasta la actualidad. En este contexto, el tributo a Deisler permitió actualizar la mirada sobre el arte chileno contemporáneo y relevar la influencia de su pensamiento estético en la cultura visual del país.

El encuentro también reafirmó el compromiso del Museo Nacional de Bellas Artes con la preservación, estudio y difusión de la obra de artistas exiliados, cuyas trayectorias se entrelazan con la historia política y cultural de Chile. A través del CEDOC, el Museo continúa fortaleciendo su labor de investigación y archivo de obras que, como las de Deisler, abren nuevas lecturas sobre la memoria, la palabra y el arte como espacio de resistencia.

El homenaje concluyó con un recorrido guiado por la muestra, donde el público pudo apreciar el carácter poético, lúdico y experimental de la obra del artista, cuyo legado sigue inspirando a nuevas generaciones de creadores y creadores en Chile y el mundo.

La exposición Guillermo Deisler. Entonces era necesario guardar los libros viejos, ahora es imprescindible puede visitarse de martes a domingo, entre las 10:00 y las 18:30 horas, en el Centro de Documentación del MNBA, ubicado en el corredor de conexión entre el Museo Nacional de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo. Entrada liberada.