Desde Rapa Nui a Hawái: el arte del Kai Kai cruzó el Pacífico de la mano de Isabel Pakarati

Entre el 6 y 8 de junio de 2025 se celebró la octava versión del Hawai‘i Kuauli Pacific & Asia Cultural Festival, en la localidad de Kona, en la Isla Grande de Hawái. En este encuentro multicultural, donde convergieron delegaciones de Japón, Samoa, Fiji, Tahití y China, destacó la participación de una representante chilena: Isabel Pakarati Tepano, portadora del saber ancestral del Kai Kai y Tesoro Humano Vivo del país.
Invitada por la organización del festival y por familias vinculadas al linaje del Rey Kamehameha, Pakarati encabezó la delegación de Rapa Nui, que mostró al público internacional la riqueza del arte tradicional del Kai Kai, una práctica de entrelazado de hilos que combina narración oral, canto, memoria familiar y visión de mundo. La actividad se realizó bajo el alero del taller Mana’u Tupuna, fundado por ella en 2004 y que opera desde el Museo Rapa Nui.
Durante el evento inaugural, denominado Opening Celebration & Hula Hō’ike, la delegación Rapa Nui presentó danzas tradicionales y una muestra del Kai Kai en vivo, recibiendo ovaciones del público asistente y autoridades culturales locales.
“Cuando uno acepta una invitación como esta, no va solo a bailar: va a presentar con dignidad lo que uno es, lo que representa y a quién pertenece. Yo no voy en nombre mío, sino en nombre de mis ancestros, de mi linaje, de mi pueblo”, expresó Isabel Pakarati en una de sus intervenciones durante el festival.
Kai Kai: una tradición viva que viaja en el arcoíris
Según la tradición oral de su familia, el Kai Kai —más allá de ser un juego o una técnica de tejido con hilos— es una forma de transmitir la historia del pueblo rapanui. “Mi madre decía que el camino del Kai Kai era el arcoíris. Cuando uno ve un arcoíris, es el viaje que hacen estos hilos al mundo. Es la forma en que nuestro conocimiento viaja”, relató Pakarati.
La delegación rapanui también visitó escuelas en Kona y en Honolulu, donde Isabel ofreció talleres de Kai Kai para niños y niñas entre los 5 y los 15 años. En ellos no solo enseñó técnicas, sino que compartió relatos genealógicos, símbolos culturales y cantos tradicionales. Algunos de los estudiantes reconocieron el Kai Kai como una práctica que también existe en versiones similares en la tradición hawaiana.
“Fue maravilloso ver cómo los niños se conectaban con los hilos, con las formas, con la historia. Me emocionó ver que en Hawái también conocen el Kai Kai, aunque con otra versión. Eso reafirma que estamos conectados por el océano, por la cultura polinésica”, comentó la cultora tradicional.
Durante su estadía en Hawái, Pakarati y la delegación también participaron en presentaciones en la Municipalidad de Honolulu, la Biblioteca Pública de Kailua-Kona, el mall de la ciudad y el desfile final por la avenida principal de la capital hawaiana. También compartieron actividades con comunidades locales, incluyendo una residencia para personas en situación de vulnerabilidad, donde realizaron talleres de talla en madera y trabajos con fibras vegetales.
Un cruce de océanos, una misma raíz
La participación de Isabel Pakarati en el festival no solo representó a Rapa Nui, sino también a Chile en un evento de gran proyección internacional. Su presencia no pasó inadvertida: fue destacada por la organización como una de las intervenciones más significativas del festival por su profundidad espiritual y conexión con el patrimonio cultural.
“La tradición que encarna Isabel Pakarati representa el valor más profundo del patrimonio vivo: aquel que nace del territorio, que se hereda en la familia y que se transforma en legado para futuras generaciones. Su participación en Hawái es también una oportunidad de tender puentes entre pueblos del Pacífico que comparten raíces y visiones del mundo”, destacó Nélida Pozo Kudo, directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.
Isabel Pakarati ha dedicado más de 50 años a resguardar la tradición del Kai Kai. Ella misma ha declarado que su compromiso no se limita a preservar, sino también a proyectar su cultura al mundo: “Yo no viajo para ir a mostrar un moai y dejarlo botado. El moai es una memoria viva, no es mercancía. Lo mismo pienso del Kai Kai: es parte de mi vida, de mis ancestros, de lo que soy. Lo llevo donde me lo piden con respeto, y vuelvo a mi tierra con el corazón lleno”, afirmó con convicción.
Un mensaje desde el Pacífic
La participación de Isabel Pakarati y la delegación rapanui en el Hawai‘i Kuauli Pacific & Asia Cultural Festival 2025 constituye un hito de intercambio cultural profundo y simbólico. En un contexto global donde las tradiciones corren el riesgo de ser invisibilizadas o comercializadas, gestos como este devuelven centralidad al patrimonio vivo como motor de diálogo y entendimiento entre pueblos.
“Volví a la isla con un poco de pena, porque allá dejamos amigos e historias. Pero también con el corazón lleno, porque lo que llevamos fue el espíritu de Rapa Nui. Y lo que trajimos fue la certeza de que no estamos solos en el océano”, concluyó Pakarati.