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La leyenda de la Princesa Amarai

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La leyenda de la Princesa Amarai

Publicado el 28/12/2006
La leyenda de la piedra toba y la princesa Amarai, quien recorre hasta hoy los cerros de Quinamávida en busca de su amado Aremis, es la protagonista de la última exposición del año -y la primera del 2007- del Museo de Arte y Artesanía de Linares.

Basándose en esta leyenda, la artesana local Raquel Sepúlveda Meza dio vida a 10 esculturas y una serie de fotografías que conforman la exhibición que estará en la sala Ana Cortés del Museo de Linares hasta el próximo 12 de enero. Las esculturas, realizadas en piedra toba, forman parte del proyecto del mismo nombre que resultara ganador del Fondart regional 2006, permitiendo a la creadora dotar con una imagen a los 10 personajes de la leyenda.

Según ésta, la hija del rey, Amarai, se enamora y huye con el más pobre de los súbditos del reino, Aremis. Perseguidos y tomados prisioneros, el enamorado es condenado a morir en la hoguera y quemado vivo. Ella, encerrada en su castillo, se deja morir de inanición y reclama al dios del amor, Rahir, su abandono. éste escucha sus súplicas y decide castigar al reino, bañándolo de lava ardiente, lo que hoy se conoce como piedra toba. Se dice que hasta ahora, Amarai continúa recorriendo los cerros de Quinamávida en busca de su amado.

Muy posiblemente, la leyenda se reafirma en el descubrimiento realizado en 1994, en la localidad de Quinamávida, a 15 kilometros al nor-oriente de Linares, de depósitos de piedras tobas volcánicas, que contienen una bien conservada flora fósil correspondiente al período denominado coceno inferior, que data de unos 50 millones de años. En estos depósitos existe toba fina y gruesa. Es más pesada que la madera y más liviana que la piedra común, y aún cuando es un material quebradizo se puede trabajar como la madera. Raquel Sepúlveda Meza es nacida y criada en Quinamávida, y desde muy pequeña se sintió atraída por la artesanía, los tallados y creaciones en cerámica y greda.